miércoles, 22 de febrero de 2012

GRACIÁN QUIJANO
(FRANCISCA CRISTINA SÁENZ DE TEJADA Y ORTI)
(1896 – 1974)



 Escritora

Sí, es cierto, no abundan en este blog los nombres de las féminas. Pero ya sabemos que las mujeres siempre han estado arrinconadas a lo largo de la historia, en un segundo plano, consideradas como el “reposo del guerrero”, y se ha repetido hasta la saciedad aquello de que detrás de “todo gran hombre hay una gran mujer”, pero poco más. Han sido, pues, muy pocas las que han logrado alcanzar peldaños en la consideración social y la fama. De todo esto sabía muy bien nuestra biografiada, mujer de gran temple, que hubo de luchar contra los imperativos de su tiempo y forjarse un nombre nada más y nada menos que como autora literaria. Quizás por ello la conocemos más por su seudónimo (de ecos indudablemente masculinos) que por su nombre de pila. Y quizás también por ello mismo ha tardado bastante el ayuntamiento de su ciudad natal en hacerle el reconocimiento que merecía declarándola hija predilecta con carácter póstumo.

Nació Francisca Cristina Sáenz de Tejada y Orti un veintiocho de julio de 1896 en la calle Jaén de Andújar. De su infancia nos queda el testimonio personal plasmado en la obra La segunda de mis siete vidas (1959), donde refleja además el panorama de aquella ciudad moruna que aún conservaba parte de su pasado artístico y costumbrista. En 1926 ya encontramos poemas firmados con su seudónimo. Su biógrafo, Enrique Toral y Peñaranda, destaca la escasa incidencia que tendría en la Andújar de entonces que una señorita perteneciente a una de las familias más acomodadas del pueblo se dedicara a escribir poemas, por más que estuviera emparentada con Alcalá Venceslada y hubiese contado con el asesoramiento del escritor andujareño Rafael de Valenzuela. Al menos sí contaba con el apoyo de su madre, doña Mercedes Orti, y, en parte, de su padre, don José Sáenz de Tejada.

En aquella época gusta de aislarse en el jardín que tenía la familia junto a la entonces Nacional IV, jardín que algunos hemos conocido como delicioso bar de copas en el tórrido verano andujareño. En sus escritos lo denomina su “Yuste”, aludiendo al ansia de misticismo que mueve su pluma en aquella juventud suya, donde también ansiaba la llegada de un compañero de viaje en su vida que nunca se materializó en alguien de carne y hueso.

Portada de la primera edición (1940)

El apoyo familiar, la evidencia de que Paca Tejada no se daba mucha prisa en buscar pretendiente (al contrario de lo que era normal entonces en la alta sociedad), y el mecenazgo del escritor Federico García-Sánchiz, hicieron posible que publicara su primer libro en “La Puritana” de Andújar en 1934: Mujeres. Un año después ve la luz Meccano (cuentos de humor). También sus escritos aparecen en El Guadalquivir, muchas veces sin firma.

La Guerra Civil la pasa en San Sebastián, donde sigue publicando cuentos y poesías. Comenza a usar entonces el seudónimo de “Padre Pareja”, sobre todo en la colección de relatos Tres en uno.

Portada de la primera edición (1945)

En 1940 la familia se instala en Madrid y allí publica su tercer libro: La piedra en el lago. Ese año muere su padre, al que le dedicaría su siguiente libro, el poemario Ofrenda (1942). Dos años después aparece otra novela, La vida incompleta; y en 1945, Cante jondo, de raíces neopopulares:


Tres horas inolvidables
en la cruz de mis recuerdos,
como tres clavos sangrantes.
Al cruzarse nuestros ojos;
cuando dijiste ¡Te quiero!
Y hoy, que quisiera olvidarte.

A partir de este momento su actividad literaria es imparable. Entra en contacto con un círculo de mujeres afincadas en Madrid muy interesadas por la cultura y publica, entre otros: Mujeres hispánicas (1945), Canciones de Fijitsubo y Poemas del Capitán O-Yuki (1946), El lago de los cisnes negros (1948), Poemas del puro amor (1950)... No olvida su relación con la provincia de Jaén y aparecen artículos suyos en la revista Paisaje.

En 1954, el fallecimiento de su madre sume a nuestra autora en una profunda tristeza a la que hay que añadir algunos apuros económicos. Se repuso de ambas vicisitudes: siguió escribiendo, e incluso se adentró en el modelado de figuras de barro. De ella se decía lo siguiente en plena década de los sesenta: “Dueña de una exhuberante fantasía y de una gran facilidad, cultivó todos los géneros literarios. Gran parte de su obra está caracterizada por el andalucismo racial y temperamental de la autora y en algunos casos aflora en ella una subterránea vena de orientalismo”.

Portada Antología de la escritora (1996)

Fue nombrada consejera del Instituto de Estudios Giennenses y académica correspondiente de la de Ciencias, Bellas Artes y Nobles Letras de Córdoba.

Gravemente enferma, y tras despedirse de su Andújar, la muerte se dio cita con ella en Madrid un 18 de octubre de 1974.


FUENTES:

GRACIÁN QUIJANO, Cante jondo. San Sebastián, Gráficas Fides, 1945.

TORAL Y PEÑARANDA, Enrique; Gracián Quijano. Antología. Poesía y prosa. Jaén, Diputación provincial de Jaén – Instituto de Estudios Gienenses, 1996. Colección Poesía.

UTRERA ÁLVAREZ, Diego R.; Andújar en el recuerdo... Tomo 2: Andujareños ilustres, mapas y documentos. Andújar, Plaza Vieja, 2011.

VARIOS, Enciclopedia biográfica de la mujer. Barcelona, Garriga, 1967; tomo II.

2 comentarios:

  1. Hola me gustaría saber más de esta interesante mujer. Cómo y con quién podría ponerme en contacto.
    Mi nombre es María

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    1. Al margen de la bibliografía que hay publicada sobre esta autora, en el año 2008 se celebró en Andújar una exposición acerca de su obra en el Teatro Principal. Dicha exposición estaba organizada por el Ayuntamiento de la ciudad y por la Asociación cultural Enrique Toral y Pilar Soler. Quizás encontraría la información que busca acudiendo a sus mentores, en especial Francisco Toro y el propio Enrique Toral, persona muy versada en cuestiones jienenses. La asociación tiene página web: http://asociaciontoral.com/

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