miércoles, 8 de febrero de 2012

JERÓNIMO DE LA CAL Y PALOMARES
(1813 ? - ? )



Médico, escritor, filósofo y político.

«Médico y filósofo del siglo XIX, probablemente nacido en Andújar». Así comienza Caballero Venzalá a glosar la figura de nuestro biografiado en su Diccionario bio-bibliográfico del Santo Reino. No tenemos, pues, seguridad de que naciera en Andújar y apuntamos 1813 como posible fecha de nacimiento al recoger las actas capitulares que tenía veinticinco años en 1838, e ignoramos la fecha de su defunción. No parece una forma muy ortodoxa de comenzar una biografía. Pero, sin embargo, conocemos otros muchos datos de su vida e incluso de su obra.

Lo más destacado de su actividad profesional fue la fundación y dirección del Colegio de Humanidades «Nuestra Señora de la Cabeza» de Andújar en el actual asilo de San Juan de Dios

Fruto de su interés por la enseñanza es la obra Lecciones elementales de Ideología, Gramática General y Dialéctica arregladas al estado actual de la ciencia lógica y acomodadas para la enseñanza de la juventud, que publicara en Granada en 1839. A pesar del largo y enrevesado título, destaca en la obra un afán por hacer accesibles los estudios humanísticos a los jóvenes, basándose en el Ideologismo de Destutt de Tracy. Cada capítulo, perfectamente estructurado en apartados, se abre con un resumen de todo lo que se va exponer; y se cierra con las correspondientes conclusiones y un repaso pormenorizado. Guía a don Jerónimo en su empeño el dotar a la enseñanza en España de perspectivas diferentes a la eclesiástica, lo que denota un acusado espíritu ilustrado y liberal: «deseando llevar este objeto y ser útil a mis compatriotas, concebí estos elementos para que sirvan de texto en el primer curso de Filosofía, los cuales si no fueren tan buenos como yo deseo por lo menos servirán de estímulo a otros talentos más ilustrados y a otra pluma más ejercitada que la mía». Y más adelante, añade: «Hoy me alienta la idea de ver realizado un progreso en la enseñanza. ¡Ojalá que la experiencia acredite un día que no son vanos mis conatos!». ¿Quién sabe si esta preocupación no calaría hondo en la mente de uno de sus alumnos: el poeta, político y pedagogo andujareño Manuel María Montero Moya? Morales Cuesta afirma que la influencia fue tal que en un carta redactada por Montero en 1911 tiene un recuerdo a su maestro de adolescencia: «Pudiera yo hablarle de [...] mis respetuosas, pero también íntimas relaciones con mi maestro de Psicología, Lógica y Ética, D. Jerónimo de la Cal y Palomares, el sabio médico, el maravilloso ojo clínico, que tanto y tan merecido renombre alcanzó en esta región andaluza, allá por los años del 40 al 70, aunque en estos últimos, achacoso y atrabiliario, se negaba tenazmente a ejercer la profesión». Otro de sus destacados alumnos fue el filósofo marmolejeño Juan Manuel Orti y Lara.

La fundación del Colegio del que venimos hablando se produce en 1838: el uno de octubre de ese año, el Ayuntamiento accede a que el licenciado en Medicina, Jerónimo de la Cal, de veinticinco años de edad, instale en el antiguo convento de San Juan de Dios «un establecimiento de enseñanza de la gramática castellana, latina y francés; matemática; historia natural; botánica; religión y urbanidad», según nos informa Torres Laguna. Pero en las mismas actas capitulares se recogen, un año después, quejas del joven emprendedor, ante la falta de apoyo institucional.


Antiguo hospital de San Juan de Dios


Nuestro personaje también se embarcó en la aventura de la política local, dentro del bando liberal. Ya en 1836 había formado parte de la junta que se hizo cargo del ayuntamiento durante las revueltas carlistas. Y el uno de enero de 1846, tras haber ostentado otros cargos en el consistorio andujareño, es nombrado alcalde de la ciudad. Pero al año siguiente tuvo ciertos problemas al apropiarse de forma indebida del agua de la fuente del río para uso particular. De hecho, se le suspendió del cargo por estos hechos, aunque después fuera repuesto como primera autoridad. Una década después, en 1857, vuelve a ser alcalde de Andújar hasta octubre del 58.

Tuvo que gozar de una posición desahogada ya que el único testimonio gráfico que nos ha llegado y que hemos aprovechado para encabezar este apunte biográfico es una instantánea tomada en su finca de Cerrajeros. Además es uno de los que aprovechan la Desamortización de Mendizábal para adquirir una finca rústica, en este caso por valor de 6.890 reales, según nos informa Luis Pedro Pérez.

Como antes ha quedado expuesto, se ignora el año de fallecimiento, aunque aún vivía en la década de los setenta, si seguimos el testimonio de Montero Moya.

Un hijo de nuestro biografiado, también llamado Jerónimo, fue político, poeta y periodista. Adicto al partido liberal, llegó a ser diputado provincial en 1876 y columnista habitual del diario La Unión, desde su fundación en 1898.



FUENTES:


CABALLERO VENZALÁ, Manuel; Diccionario bio-bibliográfico del Santo Reino. Jaén, IEG, 1986. Tomo II.

CAL Y PALOMARES, Jerónimo de la; Lecciones elementales de Ideología, Gramática General y Dialéctica... Granada, Imprenta y Librería de Sanz, 1839.

MORALES CUESTA, Manuel María; Montero Moya. Vida y obra poética. Jaén, Ayuntamiento, 1995.

PÉREZ GARCÍA, Luis Pedro; Andújar y el largo siglo XIX. Andújar, IES Ntra. Sra. de la Cabeza, 2000.

TORRES LAGUNA, Carlos de; Andújar a través de sus actas capitulares (1600-1850). Jaén, IEG, 1981.



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