lunes, 23 de septiembre de 2013

EL VERANO SE FUE...



Y con él la vida de dos andujareños cuyas biografías no serán glosadas en ninguna enciclopedia, pero de cuya existencia nos queremos hacer eco en este blog.

Este mosaico que compongo poco a poco está plagado de grandes nombres, ligados al arte, la milicia, la política, el deporte... Nos sentimos en sintonía con ellos pues son hijos e hijas de esta tierra que, en muchos casos, gracias a su fama, han puesto a Andújar en el mapa y nos enorgullecemos de que hayan nacido en esta tierra. Quiero hoy rendir tributo también a esas otras vidas más discretas, pero que han tenido su hueco en el devenir de la ciudad. Sé que cabría hablar de otras vidas igualmente importantes para nuestra intrahistoria. Tiempo habrá de ello y este bloguero sigue estando abierto a colaboraciones, puntualizaciones y correcciones de todo tipo. 

La plaza Vieja en una fotografía de los años cincuenta.


El verano (decía más arriba) ha supuesto la despedida de Francisco Ruano Manchón (Paco Ruano), el albardonero de la plaza Vieja. Aún recuerdo su taller, en esa esquina con la calle La Plaza que, milagrosamente, ha permanecido inalterado frente al empuje del hormigón. Recuerdo esas paredes cubiertas con buenas muestras de su buen hacer artesanal. Albardoneros y talabarteros, oficios ya del pasado, han tenido en Andújar buenos representantes y, aunque el oficio decline, por lo menos en el callejero de la ciudad se les rinde tributo, de alguna forma. En la persona de este enjaezador de caballerías quiero proclamar mi respeto por los artesanos de Andújar, herederos de viejos usos y depositarios de saberes ancestrales. ¡Qué bueno sería un museo de artes y costumbres donde, al menos, ya que los oficios desaparezcan no lo haga el resultado de tantos años de trabajo!
Hay que indicar que el Ayuntamiento le rindió un homenaje en la entrega de los premios Andújar Emprende el pasado mes de febrero. Remitimos también al blog del fotógrafo Enrique Moya donde aparecen unas instantáneas que ya son joyas etnológicas: http://enriquemoyafotografia.blogspot.com.es/2013/01/francisco-ruano-manchon-albardonero.html


(degustajaen.com)


Igualmente queremos citar la desaparición de Alfonso Rivillas Jurado. Decir su nombre es evocar, rápidamente, a los licores Riska, una marca que, con tesón y empeño, se ha hecho un hueco en el sector. Decía Alfredo Ybarra en el artículo publicado en Ideal tras su fallecimiento, que encontrarse una botella de Riska fuera de Andújar es motivo de satisfacción, de orgullo de terruño (http://andujar.ideal.es/opinion/2915-alfredo-ybarra). Tiene razón Alfredo, y es aún mayor cuando reconocimos hace años publicitada la marca en la serie de televisión Aquí no hay quien viva. Detrás de todo esto, a buen seguro, solo podía hallarse la mente de un emprendedor, de esos que tanta falta nos hace para superar estos malos tragos por los que estamos pasando. Nos queda su legado, que no es poco, en una ciudad donde, a ojos vista, se va desintegrando su tejido industrial y comercial. Para el curioso, invito a visitar la página de la empresa: http://www.licoresriska.com.

Descansad en paz.












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